Presentación!

Somos 5 estudiantes de Psicología de la Universidad de Chile y este blog se crea dentro del curso de Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad.
Acá compartiremos reseñas de textos y publicaciones, noticias relevantes y cualquier otro elemento que sea un aporte a una discusión crítica sobre la forma de pensar y practicar la inclusión educativa hoy en día. Específicamente, queremos centrarnos en los actores sociales de la educación y en cómo éstos son parte de este proceso de inclusión.
Dentro de esta mirada a los actores sociales, es que hemos querido invitar a un docente amigo, Harry, a que participe con columnas de opinión acerca de la actualidad de la educación y sobre todo invitándolo a pensar la inclusión educativa.
En el costado derecho podrán encontrar más información acerca de cada una de nosotras, además, de enlaces de los otros blogs amigos del ramo y revistas especializadas en el tema.
Para una navegación más fácil, acá abajo encontrarán tres etiquetas: Entradas personales, que son los recursos que cada una de nosotros ha querido compartir y comentar; Harry, que son las columnas de nuestro docente invitado; y Textos, que corresponden a las fichas de lectura.


Saludos a todos!

Sunday, October 19, 2014

Dos maestros en el aula.

Huguet, T. (2006). Dos maestros en el aula. En Aprender juntos en el aula: Una propuesta inclusiva. Barcelona, España: Grao, IRIF, S.L. (pp. 89-127).

Síntesis y conclusiones.
A modo de contextualización, Huguet inicia recalcando la importancia que un trabajo inclusivo dentro de los grupos de referencias, en el contexto escolar en este caso, repercute en la concepción de mundo e identidad de cada alumno y alumna, así como en el auto-concepto de cada uno de ellos. Se aborda el rol que tienen los docentes, la importancia en crear ambientes inclusivos que permitan a los niños a desarrollarse. Como adquieren y comparten responsabilidades.
Para que este trabajo resultase es necesaria la colaboración de ambos profesores, en estrategia, gestión, etc. Como condicionantes para un buen funcionamiento, está establecer la relación dentro de la sala en un entorno de confianza mutua, incluir al profesor de apoyo al grupo y una comunicación entre profesores. Estas asegurarían la colaboración, junto con permitir una valoración positiva y la libertad de acción de ambos profesores. Sin embargo, cambiar un modelo tradicional de educación por este más inclusivo puede atraer resistencias dentro de los profesores curriculares, como “compartir” la relación que se ha establecido con los alumnos o la “sobrecarga” que implica involucrar a un externo en la dinámica educativa. Ambas afirmaciones son contrarrestadas con el beneficio a largo plazo en la autonomía de los niños y en la gratificación que este desarrollo produciría en los involucrados.
Más concreto, esta colaboración entre profesores se expresa en las sesiones compartidas de trabajo, donde el profesor de apoyo se incluya íntegramente en las actividades que esta designada su participación, y no sea un extraño ni que genere divisiones dentro de la clase. Para lo cual es aconsejable, realizar la planificación de las sesiones en conjunto, integrando las actividades de ambos y no de manera independiente. Siendo así, se puede coordinar: la participación de cada profesor y como dirigir cada actividad; que contenidos se priorizarán para incorporación de apoyo extra, que permitan fomentar la autonomía y el desarrollo de habilidades funcionales en los alumnos; el tipo de actividades a realizar en este contexto, incorporando metodologías que permitan la cooperación y participación considerando las necesidades de todos los niños dentro de la sala. Además se adjunta diversas estrategias de intervención para implementar dentro del aula en distintos momentos al realizar una actividad, de modo que sea una pauta de apoyo. Se explica detalladamente los 8 niveles de apoyo que dos maestros realizan, avanzando desde la división de trabajo y organización, hasta la colaboración y la coordinación entre ellos para armar una actividad que integre al curso y permita observar a ambos docentes en igualdad de condiciones.
Finalmente, abarca el papel del profesor de apoyo, el cual no solo incluye los trabajo pedagógicos sino que también la incorporación de una nueva perspectiva o una nueva metodología. Se presenta el perfil profesional que debieran tener para que un trabajo de este tipo resulte, se enfatizan características como: la adaptabilidad, capacidad de negociación y detección de problemas,  iniciativa, actitudes de respeto, de ayuda y de confianza. Se destaca las funciones que este debiera desarrollar en los tres niveles dentro de la escuela, la institución como tal, el aula y los alumnos: trabajaría por re-estructurar la cultura escolar por una inclusiva, en la elaboración y adaptación de programas para cada curso y ambiente, y poner atención en las necesidades educativas y las variables del entono involucradas, respectivamente.
Breve Comentario.
De las variadas reflexiones que me surgieron mientras leía el texto, una me invitó a pensar otra arista de la educación inclusiva que anteriormente no había considerado, la de los profesores dentro del aula.
Muchas veces me preguntaba cómo podría resultar la dinámica con el profesor curricular y uno de apoyo, cómo lograr un trabajo en conjunto que involucrara a ambas partes y que no terminara siendo la incorporación de aquellos que necesitan mayor apoyo dentro de la misma sala creando una muralla invisible, pero que de igual manera se encuentre ahí. En cierta forma necesitaba una especie de pauta que indicara paso a paso como llevar a cabo el trabajo con dos profesores. Con el texto entendí que no se puede hacer así. El proceso de inclusión no puede ser entendido como algo que ocurre solo entre los alumnos, sino que es un proceso que se da simultáneamente también entre los mismos profesores. El trabajo de observación del aula, la incorporación metodologías y formas de trabajos implica directamente un proceso de inclusión de distintas formas de ver la educación. Implica la aceptación de las características personales del otro profesional y encontrar la forma más adecuada de no permitir que esas diferencias repercutan en el trabajo dentro del aula.
Considerando esta alianza como una colaboración y cooperación mutua, para mí, muestra una arista completamente distinta de afrontar el desafío de la inclusión en la educación, puesto que es una labor que se debe realizar desde el mismo centro de los docentes, como una oportunidad que al cambio que los involucra directamente y no como una pantalla a lo que debiera ser, pero que en realidad no se aplica.
Citas textuales.
“Los maestros han de creer en el derecho que tienen todos los alumnos a ser educados juntos y confiar en su capacidad de ir gestionándolo con el apoyo necesario” (2006, pp. 90).
“(…) Y ano se entiende que es el tutor quien deja que el maestro de un apoyo entre en ‘su clase’, sino que se considera que los dos maestros comparten un espacio y un grupo en igualdad de condiciones” (pp. 93).
“Los maestros de apoyo que entran en diferentes clases también se sienten más o menos incluidos en la dinámica del aula según las actividades y las relaciones que se establecen con el maestro curricular” (pp. 95-96).

“Cambiar el estilo docente en pro de prácticas más abiertas que respondan a la diversidad es una tarea compleja que requiere tiempo, interés, formación y, sobre todo, acompañamiento dentro del aula” (pp. 104).

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