Slee, R. (2012).
Consideración de otras posibilidades: La escuela extraordinaria. En Ediciones
Morata, S.L. La escuela extraordinaria.
Exclusión, escolarización y educación inclusiva. Madrid, España.
(Pp.219-251).
Síntesis y
conclusiones.
El texto inicia con una
panorámica de la situación actual en cómo es vista y practicada la educación,
en donde se destacan las visiones individualistas, de categorización, de
segmentación, etc. Concluye con el
llamado a separar la educación inclusiva con lo que se entiende como educación
especial, ya que no son similares en su forma de entender y tratar las
singularidades de cada niño y niña.
Basado en su propia experiencia
profesional, Slee presenta cuatro grandes proposiciones que tienen como
finalidad dirigir el futuro de la
educación inclusiva. Estas son:
1. Reformular el campo.
El área en la que pretende trabajar la educación inclusiva, detectar y eliminar
la exclusión, queda reducida a ambigüedades y prácticas de poco compromiso social.
Se tiende a limitar esta educación a atender necesidades especiales y buscar
patologías, se lo confunde con la educación especial. Es esto lo que de sebe
evitar y reformular.
2. Enderezar el lenguaje.
El tipo de vocabulario que se debe emplear es uno de derechos y justicia, que
permitan realmente la eliminación de formas exclusivas dentro de la educación y
no sean replicas de tipos de categorización y segmentación. Así mismo, presenta
que la utilización de eufemismos limita la discusión y le resta la presión que
justamente debe tener.
3. Investigar para la inclusión.
A modo de respuesta a quienes afirman que la investigación inclusiva es
ideologizada y, por lo tanto, poco científica, se apela a las implicancias
políticas de buscar nuevas formas de entender y contrarrestar la exclusión, con
nuevas metodologías dentro del aula de clases. Esta investigación es una
necesidad para implementar una educación inclusiva como tal.
4. Revisar la educación.
Es importante la resignificación de la escuela actual, en tanto a su forma y su
finalidad. Hay que re direccionar la educación en el tipo de aprendizaje que se busca, a uno
democrático, que permita construir en conjunto comunidad.
En base a estas
proposiciones, aparecen una serie de acciones o tareas que, para lograr una
educación inclusiva, es necesario ponerlas en práctica.
La tarea restauradora
se enfoca principalmente en volver a establecer el respeto y confianza entre
las distintas partes involucradas en el proceso educativo, estableciendo un
ambiente representativo y democrático en donde todos participen, sin importar
el poder político que ellos puedan tener. La tarea analítica, por otro lado,
toma como centro la reorientación de la investigación para que esta sea un
aporte real a la lucha contra la exclusión. La investigación como tal no debe
ser rechazada, sino que utilizar sus recursos de mejor forma. La tarea política
implica en esencia un cambio en el planteamiento lo que se necesita en la
educación en general, implica entonces que la comunidad participe activamente en
procesos políticos que repercuten en que es lo que se busca con la educación.
La tarea educativa busca que la inclusión este dentro de las prioridades
educativas y que comprometerse con esta sea un acto primordial. Finalmente, la
tarea de los valores a aplica que la educación, en sintonía con el proyecto de
comunidad conectada e igualitaria, debe ser representación de valores necesarios
para la creación de este tipo de comunidad.
Para terminar, Slee
presenta un par de ejemplos de proyectos inclusivos que, pese a las situaciones
adversas, han logrado destacarse.
Breve Comentario.
Lo
que propone Slee, a mi parecer, es explicitar elementos básicos para la
instauración de una educación inclusiva y esto justamente lo más se necesita. Para
empezar con el proceso de concebir una educación inclusiva debemos desestructurar
los esquemas que durante años se nos han impuesto de manera teórica y práctica en
nuestra vida escolar. La forma en que Slee muestra como que ocurre en la actual
educación y que se debe cambiar para construir una más inclusiva es simple, claro,
pero sin perder de vista la complejidad de la tarea misma.
Creo
que lo fundamental es asumir la faceta ideológica y política que posee el trabajar
en la educación, son los cambios en estos ámbitos lo que provocarán una ola expansiva
que quizás no lleven a una educación inclusiva. Como dice Slee al final del capitulo,
no hay que perder las esperanzas en eso.
Citas textuales.
“(…) el futuro de la
educación inclusiva será una continuación de su pasado, una lucha contra la
exclusión y la opresión. Sigue siendo una lucha política para afirmar los
derecho de todos al acceso a la educación, la participación en ella y el éxito
en la misma”. (Slee, 2012, p. 221).
“(…) aunque la
educación para todos, tal como la ha defendido la UNESCO, ha recibido la
aprobación general, los términos de esta educación para todos continúan siendo
deliberadamente ambiguos”. (Slee, 2012, p. 223).
“En algunas áreas, la
educación inclusiva se ha convertido en un caballo de Troya, una justificación
para mantener las estructuras, los procedimientos y los valores de la educación
ordinaria y de la educación especial conjuntamente”. (Slee, 2012, p. 223).
“Nuestros eufemismos
siguen siendo insultos a la inteligencia de los menores”. (Slee, 2012, p. 227).
“Decir que no tengo una
postura ideológica es, en realidad una postura ideológica”. (Oliver, 2008, en
Slee, 2012, p. 229).
“Los muchos intentos
de fabricar la educación inclusiva injertando la educación especial en la
escuela ordinaria han producido poco más que un sistema bifurcado de alumnos
patrocinados y marginales”. (Slee, 2012, p. 230).
No comments:
Post a Comment