Presentación!

Somos 5 estudiantes de Psicología de la Universidad de Chile y este blog se crea dentro del curso de Inclusión Educativa y Atención a la Diversidad.
Acá compartiremos reseñas de textos y publicaciones, noticias relevantes y cualquier otro elemento que sea un aporte a una discusión crítica sobre la forma de pensar y practicar la inclusión educativa hoy en día. Específicamente, queremos centrarnos en los actores sociales de la educación y en cómo éstos son parte de este proceso de inclusión.
Dentro de esta mirada a los actores sociales, es que hemos querido invitar a un docente amigo, Harry, a que participe con columnas de opinión acerca de la actualidad de la educación y sobre todo invitándolo a pensar la inclusión educativa.
En el costado derecho podrán encontrar más información acerca de cada una de nosotras, además, de enlaces de los otros blogs amigos del ramo y revistas especializadas en el tema.
Para una navegación más fácil, acá abajo encontrarán tres etiquetas: Entradas personales, que son los recursos que cada una de nosotros ha querido compartir y comentar; Harry, que son las columnas de nuestro docente invitado; y Textos, que corresponden a las fichas de lectura.


Saludos a todos!

Sunday, August 10, 2014

Alumnos con necesidades educativas especiales

Referencia: Galán, M. & Echeita, G. (2011). Alumnos con necesidades educativas especiales. En E. Martín y T. Mauri (Coords.) Orientación Educativa. Atención a la diversidad y educación inclusiva. pp. 107-126. Barcelona: Graó.

Resumen:
El autor revisa los cambios en el concepto “necesidades educativas especiales”, en un comienzo una anticategoría de un grupo amplio y diverso, luego una macrocategoría del alumnado con discapacidad, trastornos de la conducta y dificultades del aprendizaje. En el siglo XX este concepto sufrió una transformación, hacía referencia a personas no educables dado que tenían déficits de origen endógeno, no modificables. Pero en la segunda mitad del siglo, la posición ambientalista propone que la conducta sí es modificable pues está condicionada por el entorno, entonces, la forma de aprender sería ingresando en una escuela especial.
En el proceso de integración y normalización escolar, social y laboral de finales del siglo, es importante el Informe Warnock, este destaca la educabilidad de todos los niños, atendiendo las necesidades educativas de cada uno, en este sentido, la ayuda especial se aplica a todo el alumnado, con o sin discapacidad. En paralelo, la perspectiva constructivista plantea que las dificultades en el aprendizaje deben analizarse en relación a la enseñanza que se imparte, lo que contribuyó a llevar la intervención educativa hacia los procesos controlados por el profesorado (currículo y organización escolar).
También fueron importantes los trabajos de la Conferencia Mundial de la UNESCO en Salamanca por ser referente para el desarrollo de la atención a la diversidad. Plantea una visión interactiva, contextual y amplia de las n.e.e, propone la integración/inclusión como eje y meta de la política educativa, y la relación entre progresos educativos y reformas educativas globales. Además, al igual que el Informe Warnock, extiende el concepto de n.e.e a todos los alumnos vulnerables. A pesar de estos avances en la cateogorización, existe una contradicción al mantener el foco en un grupo de alumnos cuyas n.e.e se vinculan, en su mayoría, a la discapacidad y que siguen siendo excluidos.
En relación a lo anterior, se propone una mirada crítica a las buenas intenciones de categorizar y evaluar porque el uso del término necesidades especiales, aparte de dividir a los estudiantes entre “normales” y “menos que normales”, impide el análisis crítico de la educación inclusiva al desviar la atención de los procesos de opresión y discriminación. Desde este enfoque se reforzaría una perspectiva esencialista, estática e individual (no sociocultural) del desarrollo y aprendizaje que no toma en cuenta las políticas, valores y procesos educativos de baja calidad originados en la interacción entre sujeto y ambiente.
Una alternativa a este enfoque es poner atención a las barreras para la presencia, el aprendizaje y la participación de todo el alumnado, esto implica un modelo social donde las barreras surgen en la interacción entre estudiantes y sus contextos sociales, políticos, económicos y culturales. Allí, el trabajo de la orientación educativa es esencial, el orientador se enfrenta a distintas demandas, por un lado, relacionadas a la decisión de la modalidad de escolarización, los recursos, apoyos y adaptaciones necesarias, por otro, los procesos de asesoramiento para la intervención educativa y la adaptación del currículo.
El autor propone el compromiso compartido de todos los responsables por el aprendizaje y enseñanza del alumnado (orientadores, profesores, familias y alumnos) para construir las adaptaciones educativas necesarias. Para esto, se develan las barreras presentes en la cultura escolar, en los procesos de planificación y funcionamiento del centro, en las prácticas del profesorado y en las políticas locales y nacionales.
Cabe destacar que las adaptaciones desarrolladas en los centros educativos no significan la reducción o eliminación de contenidos y objetivos, lo que traería consigo mayores posibilidades de exclusión, sino más bien adaptaciones en la metodología de enseñanza y en el proceso de evaluación, asegurando lo funcional en vista del sentimiento de valía del alumno.
Al finalizar el texto, y como aporte a la orientación educativa, el autor dispone de un Index for Inclusion de Booth y Aisncow para develar y analizar, mediante una auto-evaluación, los facilitadores o barreras para la presencia, el aprendizaje y la participación de los centros educativos, articulado en tres dimensiones: cultura, políticas y prácticas escolares.

Comentario personal:
Los avances en la educación para, y más importante aún por, personas con algún grado de discapacidad presenta la contradicción de, por una parte, estigmatizar a aquellos que son etiquetados como “especiales” mermando su potencial desarrollo, pero, por otra, permite la atención a la diversidad en los colegios.
A pesar de las contradicciones, me parece importante el desarrollo de una visión sociocultural de este fenómeno pues permite intervenir mejorando las interacciones entre sujeto y contexto particular, tomando especial atención en las medidas que hacen frente a las limitaciones y aquellas que potencian los recursos personales existentes. Esto implica un cambio sustancial para la subjetividad del alumno con n.e.e,  ya que, se percibe no como el problema, aquello que hay que cambiar o excluir, sino que parte de la solución a un problema no sólo educativo, también económico, social, cultural y político.

Citas textuales:
“Se consideró que hasta uno de cada cinco niños puede necesitar ayuda especial en algún momento de su vida escolar, lo que no significa que uno de cada cinco niños tenga una discapacidad en el sentido tradicional del concepto” (p.4).
“Por supuesto, siempre hay necesidades individuales o singulares de algunos alumnos o alumnas que requieren una intervención particular y poner en marcha, por ello, adaptaciones individualizadas, bien sea de acceso (ayudas técnicas para la visión, la comunicación, la postura o la movilidad, entre otros) o propiamente curriculares, esto es, relativas a cambios, ajustes o modificaciones de distinto grado o profundidad en los objetivos, contenidos, secuencia y métodos de enseñanza y evaluar que pueda requerir dicho alumno o alumna” (p.15).
“Evidentemente el papel de la familia en este proceso es muy importante, no sólo para que pueda colaborar en el programa de enseñanza sino que, teniendo en cuenta que son los que mejor conocen a sus hijos, su opinión es muy valiosa para analizar y decidir sobre lo que se puede ser funcional y prioritario para ellos” (p.17).

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